Carroll y la fotografía
En 1856,
Dodgson descubrió una nueva forma de arte, la fotografía, primero por influencia de su tío Skeffington
Lutwidge, y más tarde de su amigo de Oxford Reginald Southey y del pionero del arte fotográfico Oscar Gustav Rejlander.
Dodgson alcanzó pronto la excelencia
en este arte, que convirtió en expresión de su personal filosofía interior: la
creencia en la divinidad de lo que él llamaba belleza, que para él significaba
un estado de perfección moral, estética o física. A través de la fotografía,
Carroll trató de combinar los ideales de libertad y belleza con la inocencia
edénica, donde el cuerpo humano y el contacto humano podían ser disfrutados sin
sentimiento de culpa. En su mediana edad, esta visión se transformó en la
persecución de la belleza como un estado de gracia, un medio para recuperar la
inocencia perdida. Esto, junto con su pasión por el teatro, que le acompañó
durante toda su vida, habría de traerle problemas con la moral victoriana, e
incluso con los principios anglicanos de su propia familia. Como anota su
principal biógrafo, Morton Cohen: «Rechazó rotundamente el principio
calvinista del pecado original y lo sustituyó por la noción de divinidad innata».
La obra definitiva acerca de su
actividad como fotógrafo (Lewis Carroll, Photographer, de Roger Taylor
(2002)), documenta exhaustivamente cada una de las fotografías de Lewis Carroll
que se han conservado. Taylor calcula que algo más de la mitad de su obra
conservada está dedicada a retratar a niñas. Sin embargo, debe ser tenido en
cuenta que menos de un tercio de la totalidad de su obra se ha conservado. La
niña que más veces le sirvió de modelo fue Alexandra Kitchin («Xie»), hija del
deán de la catedral de Winchester, a la que fotografió unas cincuenta veces
desde que tenía 4 años hasta que cumplió 16. En 1880 intentó fotografiarla en
traje de baño, pero no se le permitió. Se supone que Dodgson destruyó o
devolvió las fotografías de desnudos a las familias de las niñas que
fotografiaba. Se creía que se habían perdido, pero se han encontrado seis
desnudos, de los cuales cuatro han sido publicados y dos se conocen apenas. Las
fotografías y esbozos de desnudos que Dodgson realizaba alentaron la suposición
de que tenía tendencias pedófilas.
La fotografía le fue también útil
como entrada en círculos sociales elevados. Cuando logró tener un estudio
propio, hizo notables retratos de personajes relevantes, como John Everett Millais, Ellen Terry, Dante Gabriel Rossetti, Julia Margaret Cameron y Alfred Tennyson. Cultivó también el paisaje y el estudio
anatómico.
Dodgson abandonó repentinamente la
fotografía en 1880.
Después de 24 años, dominaba completamente el medio, disponía de su propio
estudio en el barrio de Tom Quad, y había creado unas 3.000 imágenes. Menos de
1.000 han sobrevivido al tiempo y a la destrucción intencionada. Dodgson
registraba cuidadosamente las circunstancias que rodeaban la creación de cada
una de sus fotografías, pero su registro fue destruido.
Su obra fue reconocida póstumamente,
junto a la de Julia Margaret Cameron,
gracias a su reivindicación por parte de los fotógrafos delpictorialismo, así como al apoyo del Círculo de Bloomsbury,
en el que se hallaba Virginia Woolf. En la actualidad, es considerado uno de los
fotógrafos victorianos más importantes, y, con seguridad, el más influyente en
la fotografía artística contemporánea.
Fuente: Wikipedia
Alice Liddell
Alice Liddel pensativa, 1858
Ina (Lorina) Liddell
Lorina Charlotte Liddell y el muñeco negro.
Hallam Tennyson, 1857.
Clement D. E. Malet, 1859.
. Harry Liddell.
Xie Kitchin como china comerciante de té. 1873
Flora Rankin, 1863 (la fotografía originalmente se llamaba "¡Hoy no hay clase!", pero no fue publicadaen vida de Carroll.
Tim, muñeca de los Dodgsons, en Croft, 1858.
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