Rumanía ha seguido un camino de transición desde el final del comunismo en 1989, lo que le permitió unirse a la OTAN en 2004 y a la Unión Europea en 2007. Los desafíos han sido importantes en todos los ámbitos, tanto como la economía, que anteriormente era líder por una base industrial en gran parte obsoleta. Se ha logrado un fuerte crecimiento reciente en el PIB, debido principalmente al acceso a los mercados europeos y a la fuerte actividad interna. Estos logros han creado una nueva clase media y han empezado a abordar la pobreza generalizada de Rumanía. La baja tasa actual de desempleo, alrededor del 5 por ciento, representa parte de esto. Mientras que más de la mitad de los ingresos del país ahora provienen de los servicios; la agricultura y la industria pesada todavía son contribuyentes significativos y, de manera importante, emplean proporcionalmente un gran número de personas.
Mientras que Rumania es un estado secular, las religiones oficiales existen libremente. Casi el 90 por ciento de la población son miembros de la Iglesia Ortodoxa Rumana. Se define cultural y geográficamente como el punto de encuentro de tres regiones, Europa Central, Europa Oriental y los Balcanes, sin estar totalmente incluido en ninguna de ellas.
Paolo Pellegrin se dispuso a descubrir los diversos telones de fondo de la actual Rumania.
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