jueves, 21 de septiembre de 2017

PINÉLIDES FUSCO. Perón y Evita II






 El caniche, inseparable...























 17 de octubre de 1951. Ante la presión de las Fuerzas Armadas, Evita debe renunciar a la candidatura a vicepresidente impulsada por la CGT. Tras hacerlo, se abraza a Perón llorando.



 Evita votando en su lecho de enferma, en las elecciones de 1952

El féretro de Evita en el Congreso de la Nación

Funeral de Evita




Perón atendiendo la Fundación Eva Perón, antes a cargo de Evita


Con brazalete y con cintillo de luto

Perón en su despacho. Evita, presente en el retrato








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